En un artículo reciente, Infobae destaca que, aunque las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte a nivel global, se ha observado una disminución notable en las tasas de mortalidad—especialmente en países desarrollados—gracias a avances médicos, tecnológicos y campañas de prevención.

1. Una caída dramática en las muertes cardiovasculares

  • En Estados Unidos, la tasa anual de mortalidad por enfermedades cardiovasculares se ha reducido a una cuarta parte de lo que era en 1950: de más de 500 muertes por cada 100.000 habitantes a menos de 150.
  • La tendencia es similar en países como Australia, Francia, Canadá, Alemania y Brasil.

2. Medicina preventiva y terapias innovadoras

  • Estatinas (desde los años ’80) y nuevos medicamentos como los inhibidores de PCSK9 han permitido controlar eficazmente el colesterol LDL.
  • Regulación de la presión arterial mediate betabloqueantes, inhibidores de la ECA, ARA II y diuréticos ha contribuido a prevenir infartos y ACV.
  • En eventos agudos, los fármacos trombolíticos han mejorado significativamente las tasas de supervivencia al disolver coágulos de forma inmediata.

3. Innovaciones tecnológicas y quirúrgicas

  • Se mencionan hitos como la ventilación con presión positiva, máquina de circulación extracorpórea, marcapasos, y desfibriladores implantables, que abrieron nuevas posibilidades quirúrgicas y salvaron vidas.
  • El diagnóstico se ha transformado con ecocardiografía, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, herramientas determinantes para visualizar el corazón sin cirugía.
  • En cuanto al tratamiento de obstrucciones, la angioplastia (1974), los stents, la cirugía de bypass y el reemplazo valvular (incluyendo técnicas transcatéter) han ampliado las opciones terapéuticas.
  • El trasplante cardíaco exitoso en 1967 y la cirugía robótica (desde 1985) han elevado la precisión de los procedimientos quirúrgicos.

4. Atención de emergencias y campañas de concienciación

  • La implantación de líneas de emergencia (como 911), el uso del desfibrilador externo automático (DEA) y la masificación de la RCP han sido fundamentales para salvar vidas en situaciones críticas.
  • Las campañas públicas lideradas por organizaciones como la Asociación Americana del Corazón han enseñado a la población a identificar síntomas de infarto o ACV y actuar de manera inmediata.

5. Políticas saludables y cambios en los factores de riesgo

  • Aunque la obesidad sigue en aumento, otros factores como el tabaquismo, el colesterol alto y la hipertensión han mostrado mejoras sustanciales: el tabaquismo pasó de afectar al 40 % de adultos en los años 60 a menos del 15 %.
  • La vacunación contra la gripe y la enfermedad neumocócica ha ayudado a prevenir desencadenantes de eventos cardiovasculares.

6. Desafíos persistentes y miras al futuro

  • A pesar de los avances, Las enfermedades del corazón siguen siendo la principal causa de muerte, con cerca de 20 millones de muertes anuales en el mundo.
  • La obesidad y la diabetes, en aumento, podrían amenazar el progreso logrado.
  • Pero la innovación sigue presente: reconstrucciones cardíacas 3D, mejoras en técnicas de reemplazo valvular, y nuevos medicamentos para la obesidad ofrecen esperanzas tangibles.

Conclusión

El descenso en la mortalidad cardiovascular es una clara demostración del impacto positivo de la ciencia, la tecnología, las políticas públicas y la educación. El camino desde los años 50 hasta hoy nos enseña que la combinación de investigación, prevención, innovación y concientización es efectiva. Sin embargo, los próximos frente de lucha están claros: la obesidad creciente, la diabetes y la necesidad de garantizar equidad en el acceso a terapias avanzadas.


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